El cine nunca ha sido proclive a realizar películas protagonizadas por mujeres científicas. Una de las primeras, data de 1943 se basa en la vida de Marie Curie.
Si se siguiera un orden cronológico, habría que mencionar a continuación algunas películas de la serie de James Bond, tales como (Moonraker (1979), Panorama para matar (1985), Goldeneye (1995) y El mundo nunca es suficiente (1999).
Las científicas que aparecen en ellas se muestran hipersexualizadas, puesto que no están pensadas para visibilizar a las mujeres científicas sino que están concebidas a la mayor gloria seductora del protagonista.
Texto y selección de Teresa Claramunt en "Usuaria desactivada"