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Zer edo zer irakurri nahi?

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- N0, no, «Yo-también», será mejor que te marches ahora o que te quedes a esperar en el taxi.
-Pero el taxi va a costarte un dineral, cariño. -No era característico de Eva, reflexionó él, preocuparse por sus gastos-. Más vale que suba contigo.
-Que no. Lord Ottercove me ha citado a mí.
-Pero a mí también me gustaría verle.
-Pero él no ha pedido verte.
-Pero a lo mejor le gustaría, si me conociera.
-No te conoce.
-Lo haría si subo contigo.
¡Qué difíciles le ponía las cosas siempre!
Siguieron discutiendo ante el portal del alto edificio de Fleet Street, cuyo letrero luminoso, que se elevaba por encima del tejado, anunciaba en palabras flamígeras Daily Runner, mientras el taxímetro marcaba el paso de los eones y los eones iban sumando peniques. Desde la acera, contempló la construcción enorme e inescrutable y pensó que, en alguno de sus rincones más secretos, el gran lord Ottercove,inmóvil como una araña, lo estaría esperando en el vestíbulo, mientras la manecilla negra del reloj se acercaba a la hora fijada para la entrevista.