¿Buscas un libro para leer?
Zer edo zer irakurri nahi?
Coloco en el escaparate unos libros de ocasión que
acabo de comprar. Son más o menos las cuatro de la
tarde y empiezan a caer copos de nieve.
Taro permanece fuera pese al frío. Sentado a la
mesa bajo el tejadillo, juega con sus animales de plástico.
Absorto en su juego, no repara en la nieve. Balancea
lentamente la cabeza, como si reflexionara. Mi
mirada se detiene en el color de su pelo: castaño.
Distraída, rememoro la escena en que yo corría estrechando
un bebé entre mis brazos.
De pronto, Taro levanta la cabeza y se lanza corriendo
a la acera. Extiende sus manitas para atrapar
los copos, con la boca abierta hacia el cielo. Sonrío.
Cuando se vuelve hacia el escaparate, nuestras miradas
se encuentran. Me llama en lengua de signos:
-¡Mamá, la primera nevada!
Le respondo articulando cada sílaba:
-Sí, es el ha-tsu-yu-ki.
De nuevo en la mesa, mi hijo mete los juguetes
en la bolsa amarilla confeccionada por mi madre.
Cuando entra, le digo:
-La abuela está preparando takoyaki.
Abre los ojos como platos. Es su merienda favorita.
Me dice por signos:
-¿En serio? ¡Tengo hambre!