El subteniente Bevilacqua, con su primer caso fuera del territorio español, en el que viajará para investigar un asesinato en la base española de Afganistán.

Si la novela Donde los escorpiones de Lorenzo Silva tuviera solo dos capítulos: el primero y el epilogo ya merecería la pena leerla. Lorenzo Silva ha pasado de ser un estupendo narrador a ser un gran escritor, que parece lo mismo pero no lo es. Un buen escritor a mi manera de entender las cosas, es aquel del que disfrutas leyendo escriba de lo que escriba: por el ritmo, por el tratamiento orfebre de las palabras, por acertar con el adjetivo que marida con el nombre perfecto; por estirar el significado a los verbos hasta el límite de lo posible y construir personajes y espacios propios con palabras. En esto de las policiacas, para mi Garcia Pavón es el ejemplo de escritor y Lorenzo Silva pide en estos dos capítulos el visado preferente para entrar en ese club de privilegiados.

De la reseña de El chico de la Consuelo