Alzheimer
Emmet, el padre de Roy Quinlan sufre del mal de Alzheimer. Su familia vive en una granja al oeste de Texas, donde se han mudado desde Austin hace no mucho, precisamente para atender a Emmet después de que muriese su esposa, quedándose solo. Pero las cosas no van bien: el anciano está empezando a ser peligroso, especialmente en sus fugas de casa, le advierte con pesar el sheriff local a Roy. Janey, la esposa de este, está de acuerdo con el oficial, y teme por la vida de Deena, su hija, ante la crecientemente violenta actitud —debida a su desorientación— del abuelo Emmet. Roy está desesperado y no sabe qué hacer: su padre es un buen hombre y no quiere abandonarle, pero su familia se está resquebrajando con la situación.